Ojo con esto y los niños, si lo pasas por la mano la fibra de vidrio se clava y es muy molesta.
Hay pilotos que prefieren unos más duros, esos los encuentras de la marca Faber Caster en cualquier papelería técnica.
Esta herramienta no nace en el slot.
Es para limpiar manchas de tintas en planos hechos a mano.
En su momento yo usaba cuchillas (pero eso es otra historia).
Con estos como no te andes con ojo te cargas la trencilla de primeras.
Es recomendable tener una tarjeta recortada para meter debajo de las trencillas y que quede la suciedad que retiremos ahí.
Que toda la suciedad que retiremos no vaya al chasis y después a las gomas sería lo suyo.
Sería peor el remedio que la enfermedad.
El problema que tiene el lápiz es que limpia metiendo hebras en el trenzado de la trencilla.
Desgastándola.
Así que ayuda, pero quita vida a la trencilla.
Sin contar que damos pequeños tirones a la trencilla.
No serías el primero que limpias tanto que acabas quedándote con la trencilla en la mano.
Y antes de que esto pase no hay suficiente trencilla en contacto con los cables en la guía para que el coche vaya bien.
¿Qué sentido tiene tener unas trencillas super planitas si no hay contacto eléctrico con el cable que va al motor?
Otro tipo de suciedad que nos encontramos en la pista son restos de grasas y aceites.
Y es que hay gente que le echa aceite al coche como si de un bocata se tratase.
Esto también afecta a la conductividad de la trencilla.
Y no se va con el lápiz o cepillo de fibra de vidrio.
Aquí lo mejor es algún tipo de disolvente como la gasolina de mechero.
O de estos productos: